Hola querido lector
Hoy te escribo desde mi salón, es la mitad de la mañana, estoy escuchando mi música favorita, estoy sola en casa y me he puesto a pensar en todas aquellas ocasiones en donde sentí que lo que me pasaba dependía de alguien más o de todos esos momentos donde tuve que tomar decisiones importantes y las delegué o di más valor a la opinión de un otro, dejando de lado mi propia voz o mi opinión por pensar que no tenía la razón, ¿te suena conocido esto?, pues te invito a leer la siguiente reflexión que he preparado para ti.
La dependencia emocional puede ser un laberinto en el que nos encontramos atrapados sin darnos cuenta. Es ese patrón invisible que nos lleva a buscar constantemente la aprobación y el afecto de los demás, especialmente en nuestras relaciones más íntimas.
¿Qué es la Dependencia Emocional?
La dependencia emocional es una situación en la que sentimos que nuestra felicidad y bienestar están profundamente ligados a otra persona. Si te descubres anhelando constantemente la cercanía de alguien, si sientes que tu autoestima depende de su aprobación, o si la ausencia de esa persona te provoca ansiedad y temor, es posible que estés experimentando dependencia emocional. Esta situación puede convertirse en una especie de adicción, afectando tu amor propio y disminuyendo tu calidad de vida. Pero te pido tranquilidad, no te sientas solo/a, es muy probable que todos nos hayamos sentido así en algún momento de nuestra vida, es parte de entender el funcionamiento de nuestras emociones y sentimientos, también forma parte de nuestro camino y crecimiento personal, pero para poder superar y trabajar una sensación como ésta es necesario entender de dónde viene.
¿Por qué ocurre la Dependencia Emocional?
La dependencia emocional puede tener diversas causas:
Patrones Familiares: Muchas veces, estos comportamientos se originan en nuestra infancia, basados en las dinámicas familiares y cómo aprendimos a relacionarnos con los demás, puede tener que ver con el afecto que nos dieron nuestros padres, la seguridad con la que nos podíamos desenvolver de niños o la forma de ver la vida que nos heredó nuestra familia.
Creencias Limitantes: La creencia de que necesitamos la aprobación de otros para sentirnos valiosos puede arraigarse profundamente en nuestra mente, a tal punto de llegar a desconfiar de nosotros mismos y nuestra propia intuición sobre lo que necesitamos, queremos y hacemos.
Heridas Emocionales: Cuando hemos vivido experiencias pasadas de rechazo o abandono, sobre todo durante nuestra infancia, esto queda arraigado en nuestra mente y se vuelve nuestra forma de ver el mundo, haciendo que busquemos constantemente la validación externa para sentirnos seguros.
El Camino Hacia la Interdependencia
Es importante recordar que nuestra felicidad no debería depender exclusivamente de la presencia o ausencia de otra persona. Nadie sabe mejor que tú lo que te da felicidad, tranquilidad y estabilidad. Sin embargo, también es fundamental reconocer que somos seres sociales y vivimos en comunidad. Nos necesitamos unos a otros para sobrevivir y desarrollarnos. Aquí es donde entra el concepto de interdependencia.
¿Qué es la Interdependencia?
La interdependencia es una relación de dependencia mutua y saludable. En una relación interdependiente, ambas personas se apoyan y se ayudan mutuamente para crecer y desarrollarse. Este tipo de relación implica un equilibrio, donde el apoyo emocional y práctico es recíproco, son relaciones en donde te sientes seguro entregando y recibiendo afecto y cariño, si quieres, puedes tomarte un tiempo pensando si existe un vínculo así dentro de tu vida.
Podemos observar la interdependencia en diversos aspectos de la vida: biológicos, personales, sociales y económicos. En esencia, todos y todo en este mundo estamos interconectados y nos necesitamos mutuamente para asegurar nuestra supervivencia y bienestar, es la forma en la que funciona el mundo y por lo tanto, la forma en la que funcionan nuestras relaciones interpersonales.
¿Cómo trabajar en la Interdependencia?
Autoconocimiento: Reflexiona sobre tus necesidades y deseos individuales, pregúntate quién eres, cuáles son tus gustos, qué te hace feliz, cuáles son tus desafíos actuales y tus metas a futuro. Conoce, entiende y aprende a gestionar tus propias emociones, para evitar depender excesivamente de los demás.
Autoestima: Trabaja en fortalecer tu autoestima. Reconoce tu propio valor y aprende a amarte a ti mismo. Comienza a hacer actividades que te gustan, termina lo que empiezas, vigila el tipo de contenido que estás consumiendo en redes sociales. Presta atención a los alimentos que le estás dando a tu mente.
Comunicación: Piensa en cómo te estás comunicando y cómo expresas tus necesidades. Desde ahí comienza a desarrollar habilidades de comunicación efectiva con tu círculo, expresa tus necesidades y escucha las de los demás.
Mindfulness y Meditación: Practicar mindfulness puede ayudarte a mantenerte presente y a gestionar mejor tus emociones.
Apoyo Profesional: Considera buscar ayuda de un psicólogo. En mis sesiones, utilizo herramientas como la meditación, mindfulness y educación emocional para ayudarte a construir relaciones más saludables y equilibradas.
Si sientes que es el momento de tomar el control de tu vida emocional y construir una autoestima fuerte y saludable, te invito a que te pongas en contacto conmigo. Puedes agendar una consulta a través del formulario de contacto o en mi perfil de Doctoralia. Estoy aquí para apoyarte en cada paso de tu camino de crecimiento personal y la autocomprensión.
Un abrazo grande,
Katherine
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